lunes, 27 de abril de 2015

Australia: recibiendo 2015 en Sydney

Siguiente salto por las Antípodas y pisamos suelo australiano. Hoy es Navidad pero sin duda es un día muy diferente a lo que estamos acostumbrados.
Llegamos a Sydney a mediodía y nuestro hogar para los próximos días será la casa de Agnes y  Christian, les conocimos al principio de nuestro viaje durante el trek Salkantay en Perú. Ellos estaban en otro grupo pero Agnes y yo coincidimos el día que hicimos uno de los tramos a caballo, os acordais?. Agnes es encantadora y sin apenas conocernos nos ofrecieron su casa para estos días, por aquel entonces dijimos...porque no??....y aquí estamos. Que mejor que pasar el fin de año en Sydney que con gente que vive aquí, llevan  muchos años en esta ciudad pero ella es de Polonia y el de Filipinas.
Hemos mantenido algo de contacto desde entonces pero realmente la relación hasta ahora ha sido muy fugaz. Estamos algo nerviosos porque pasaremos una semana en su casa y esperamos congeniar.
Ellos viven en Marrickville, un barrio residencial a las afueras de Sydney, muy cerca del centro y con una parada de metro en la puerta, así que estamos cerca de todo lo que hay que ver y hacer en la ciudad.

Nada más llegar nos reciben con un picoteo y un vino, qué mejor para romper el hielo y hablar un poco sobre nosotros. Son grandes viajeros también, cada año hacen un viaje largo y conocen ya mucho mundo......con estás cosas en común la verdad es que es muy fácil conectar.
Su último viaje fue también una vuelta al mundo aunque mas rápida, de solo 4 meses con un ritmo mas frenético...y durante este viaje se cruzaron nuestros caminos.;)

Después de un rato de charla decidimos aprovechar el resto del día para bajar al centro y ver la decoración de navidad en la ciudad antes de que la quiten.
Cogemos el metro y callejeamos por la zona comercial, hay varios árboles de navidad, edificios iluminados y lo más simpático es un enorme árbol construido totalmente con piezas de Lego. Aquí como en el resto del mundo es festivo y todo esta cerrado.

Hace pocos días fue la tragedia de Lindtt café, y en la calle donde ocurrió todavía podemos ver las flores por las víctimas. La verdad es que tanto en las noticias como hablando con la gente podemos darnos cuenta que hay mucho miedo respecto al terrorismo islámico.
http://www.elmundo.es/internacional/2014/12/15/548e28c322601d90428b4586.html

Los siguientes días nos dedicamos a callejear y recorrer con calma las calles de Sydney, hemos estado una semana más a menos así que hemos tenido tiempo para ver bien la ciudad. Creemos que se puede ver lo imprescindible en 3 días pero no podíamos irnos sin pasar el fin de año aquí, así que nos lo hemos tomado con calma.
Por supuesto la atracción principal es el Opera House, el edificio es impresionante y como pasa siempre con estos iconos, parece irreal, como si fuese un decorado. Por cierto, que sepáis que de cerca es color crema y no tan blanco como parece en las fotos :)
Paseamos diferentes días para verlo desde distintas perspectivas...siempre hay gente...se nota que hay mucho turista que, como nosotros, viene unos días antes para el año nuevo. Lo vimos con nubes, con sol, desde el mar, desde el puente y desde todas partes, por dentro y por fuera, es impresionante!!


Cruzamos el famoso puente que une las 2 orillas de la ciudad. El puente es muy chulo, nos recuerda un poco al de Brooklin en Nueva York y las vistas desde allí son muy buenas. Nada más cruzar, se llega al Luna Park, un parque de atracciones que tiene más de 100 años, y que conserva todavía el estilo retro y las atracciones de entonces, merece la pena verlo por que es bastante curioso.
Aprovechamos para comer en los jardines de la zona con vistas al Opera House y rodeados de ibis, aquí ya empezamos a ver las especies de animales tan peculiares que tiene este país.

Volvemos a cruzar el puente y esta The Rocks, el barrio donde se fundó la ciudad y allí quedan en pie muchos edificios de la época colonial. Hoy en día es una zona muy de moda, con muchos bares y restaurantes,  y hay también un mercado callejero modernillo bastante grande los fines de semana.


Como es fin de semana aprovechamos para conocer las afueras de la ciudad con nuestros anfitriones.
Salimos por la mañana con Agnes y Christian en su jeep, nos damos una vuelta por el centro y luego nos acercamos a la playa de Bondi, la más conocida y mítica de Sydney, sobretodo por el mundo surfero. Estuvimos un rato por allí, viendo a los surfers y la gente que va luciendo palmito, la verdad es que la playa está muy bien ainqie suele haber bastante gente.
Ellos tienen planes para comer con unos amigos así que nos quedamos disfrutando el día de playa.
Impresionados nos quedamos......nos habían comentado que en Bondi suelen aparecer tiburones a veces, pero verlos en persona surfeando literalmente las olas fue increíble. Rapidamente los 'vigilantes de la playa' evacuaron a la gente de la zona y con las lanchas desde el agua vigilaban a los tiburones para llevarlos mar adentro. Se nota que deben estar acostumbrados porque a la gente se le veía bastante tranquila.


Australia es famosa por la cantidad de tiburones que hay en sus costas y en las playas hay siempre mucha seguridad y en muchas de ellas incluso la zona de baño está acotada con redes para que los tiburones no entren. Ya ha habido modiscos de tiburones a bañistas y surfers así que los vigilantes están muuuy preparados.

Disfrutamos con Agnes y Christian otro día de jeep y playas. Salimos temprano para recorrernos la costa este de Sydney, paseamos por Watson Bay y sus acantilados, visitamos curiosos faros ademas de las playas de Bronte y Coogee.
La costa cercana a Sydney es impresionante, así que es muy recomendable coger un coche y alejarse de la ciudad un par de días para ver todos esos paisajes y disfrutar de sus playas. Además lo bueno de tener anfitriones es que te lleven a comer a sitios de lo más auténtico, Vaucluse Ocean Food es una pequeña pescadería dónde te cocinan en el momento el pescado que tu elijas, es uno de sus sitios preferidos y todo estaba bueniiiiiisimo!!!

Los siguientes días antes de fin de año nos bajamos al centro para seguir explorando la ciudad.
Recorrermos Darling Harbour, una zona de muelles dedicada al ocio y llena de restaurantes, es agradable para dar un paseo y acabar en Chinatown y en el famoso Paddy's market.

El barrio chino es pequeño pero es un buen sitio para comprar souvenirs, que están bien de precio y para picar algo en los puestos callejeros que montan para cenar. Aunque donde encontrarás de todo sera en Paddy's Matket, un gran centro comercial de estilo chino que tiene comida, souvenirs, ropa, etc, a buen precio, sobretodo teniendo en cuenta que Australia es bastante cara.

Algo bastante turístico y que vale la pena si te gusta el pescado es el Fish Market, a nosotros nos encanta, así que nos acercamos dos días a comer allí.
El pescado esta muuuy bien de precio y es de muy buena calidad.
Australia esta tan cerca de Asia que la influencia asiática se nota en toda la ciudad y en el market no iba a ser menos, aquí todas las pescaderías tienen su zona de sashimi e incluso bar de ostras.
La mayoría de la gente viene hasta aquí para tomarse una mariscada a buen precio.
El sistema esta muy bien montado, compras lo que quieras en los diferentes puestos y te lo comes en las mesas exteriores con vistas al mar y a los barcos. De la lonja directamente al plato....mejor imposible!!
Eso sí, cuidado con las gaviotas que están atentas para robar el pescado a poco que te despistes de tu plato.

Cruzar la bahía de Sydney en barco es algo que merece la pena, así que nos hacemos el viaje a Manly en ferry para pasar  muy cerca de Opera House desde el agua y volver al anochecer para ver como se pone el sol detrás de la torre de Sydney y el skyline de la ciudad.
Manly es una playa bastante grande y como no  a tope de gente y de surfers. Siguiendo la costa se llega a Shelly Beach, una cala mas pequeña y algo mas tranquila donde en la zona de rocas cercanas te puedes meter a hacer snorkel. Hace calor, así que, al agua patos.....no tiene unos fondos impresionates pero  pudimos ver varias pastinacas y bastantes peces grandes, y unas sepias pequeñitas guapísimas!!!


Aunque la gente está ya con ambiente festivo, Agnes y Christian trabajan estos días. Nosotros estamos por el centro y quedamos con ellos al salir de trabajar en el 'Orbit bar and dining' para tomarnos algo y ver como cambia la ciudad con la puesta de sol. Es un sky bar en la planta 47 de un edificio circular que va girando lentamente hasta hacer la vuelta completa, así mientras te tomas algo vas viendo la ciudad a tu alrededor.
Muy recomendable tomarse algo allí, no es más caro que cualquier otro bar de la ciudad y las vistas son geniales.
Además el bar tiene una bonita historia, ya que allí trabajaba Agnes hace unos años y fue allí donde Agnes y Christian se conocieron y empezó su 'historia de amor'. Nos echamos unas risas con ellos contándonos las anécdotas de como empezó todo. Jejejeje!
Despues nos vamos a tomar unas cervezas a otro de los sitios de moda, el Opera Bar, el bar y restaurante al aire libre que hay justo a la orilla de la bahía junto el Opera House. Desde allí podemos ver las vistas del puente y el Opera House iluminados mientras charlamos con unas cervezas.

La ciudad tiene también sus zonas verdes y justo en el centro estan los 'jardines botánicos' que bien se merecen un paseo ya que también desde allí se tienen buenas vistas de la ciudad y del Opera House.
Muy cerca está la catedral de St Mary y desde allí la foto de la famosa Sky Tower es perfecta. Sydney fue colonia inglesa y eso se nota en sus edificios antiguos de estilo muy británico, la catedral o el impresionante centro comercial Queen Victoria Building son prueba de ello.


Por cierto aquí al igual que en todo el mundo, las rebajas empiezan el día después de navidad, así que estos días el centro ha estado de bote en bote y en las tiendas hemos visto colas interminables que salían a la calle, la fiebre consumista está en todo el mundo. En España nunca hemos visto colas tan increibles

Ya con toda la ciudad vista llega el gran día: 31 de diciembre!!!!
La ciudad está a tope de turistas de todas partes, es un acontecimiento mundial y ahí estaremos para ver en directo las imágenes que tantas veces hemos visto por la tele en las noticias del mediodia...jejejejeje!

Y la gran noticia es que tendremos la gran suerte de poder ver el espectáculo de los fuegos desde un barquito en la bahía. Christian y su amigo Brian han estado navegando para traer el barco de Brian desde el norte hasta Sydney, y nos invitan a vivir el momentazo de los fuegos desde el mar!! Que emoción!!

Por la mañana hacemos la compra para cenar en el barco y por supuesto que aparte del vino o las cervezas el menú no se parece en nada a lo típico que se suele comer estas fechas en España.
Cuando Agnes llega de trabajar preparamos los bocatas y todo lo demás y nos vamos a coger un ferry a Taronga, la zona donde está el zoo. Christian y Brian ya tienen el barco situado en la bahía desde ayer y nos recogerán allí con una lanchita.
La ciudad está a tope de gente, y el ambiente es brutal!! Desde el ferry podemos ver los preparativos para esta noche, junto al Opera House hay un escenario y están con los preparativos para la fiesta privada.
Aquí el fin de año se vive muy diferente y a pesar de que hay fiestas después de los famosos fuegos artificiales, las entradas cuestan un dineral, así que la mayoría se toma algo con los amigos donde han estado viendo los fuegos y para casa. Así que no hay vestidos de fin de año, ni horas de peluquería, ni maquillajes festivos.
Al llegar al puerto Christian viene a buscarnos con una pequeña lancha neumática y de 2 en 2 vamos al barco.
Es un pequeño barquito de vela, pero más que suficiente para la gran noche. Estamos muy bien situados con vistas al puente y al Opera House, y sin ningún barco delante que nos tape la vista! Que pasada!
Brian es muy simpático, el es danés aunque lleva muchos años en Sydney, la verdad que charlando de mil cosas entre cervecitas y picoteos se nos va el tiempo volando.
Estamos rodeados de barcos y el modelito fin de añero de muchos es un simple bañador, ya veis que no se gastan mucho en la noche más especial del año.
El entretenimiento empieza ya por la tarde. Primero hay un espectáculo de acrobacias aéreas impresionante, los pilotos tienen mucha sangre fría de dejar caer el avión hasta casi a ras del agua y luego levantar el vuelo a una velocidad de vértigo, que miedo!!!
La luz va cayendo y va anocheciendo poco a poco y empiezan los fuegos 'familiares' y la verdad que para ser los 'de mentira' no están nada mal.

12, 11, 10, 9, 8, 7,........Feliz año 2015!!!!

Y a las 12 por fin el gran momento, los fuegos son impresionantes, no esperabamos menos, y el vivirlos en el barco sobre el mar, algo único de verdad.
Muchas gracias Brian por hacernos sitio en el barco y dejarnos disfrutar de esta noche espectacular con vosotros!!


Al poco de acabar los fuegos volvemos a puerto y nos despedimos de Brian que se queda a dormir en el barco.

No hay ferry de vuelta, nos toca andar hasta la parada de bus, hacer cola hasta que por fin podemos coger un bus que nos lleva al metro que nos deja en casa...que locura de gente!!! Tardamos casi 3 horas en llegar y estamos muertos!!
El dia 1 no hicimos nada, descansar y recuperarnos de la resaca de año nuevo, al igual que en España, jejejeje. Hablar un poco de todo, preparar las maletas, y descansar...la verdad es que estábamos como en casa! Que maravilla conocer gente como Agnes y Chris, así da gusto viajar!
Estos días con ellos fueron geniales, nos trataron increiblemente bien, y podemos decir que 'es el principio de una gran amistad'.
Desde el primer momento nos sentimos como en casa. Pasamos muchas tardes y noches juntos muy agradables, charlando de mil temas, y las cenas y los desayunos que nos preparaba Agnes, Impresionantes!! Que gran cocinera!!! Y Christian siempre tan atento y amable, todo un anfitrion de primera!!

Al día siguiente decimos hasta luego a Sydney y a nuestros amigos para irnos a recorrer Australia, dejamos una de las mochilas grandes en casa, y nos vamos a coger un coche de alquiler para poner rumbo al sur!! Nos despedimos hasta dentro de 2 semanas!

Hasta pronto Sydney, nos vamos a buscar canguros!

Informacion viajera

Tarjeta Opal: Compensa comprase una tarjeta de transporte, ya que aparte de salir más económicos los trayectos, te van cargando y calculando el saldo al igual que la tarjeta de metro de Londres. Es valida para los diferentes transportes e incluso para los ferries de la bahia.
https://www.opal.com.au

O bar and dining: Recomendable tomarse algo en un sky bar de este tipo. En la ciudad hay alguno más pero este es peculiar por su perfecta vista 360 gracias al ligero movimiento de este piso 47, toda una obra de ingenieria;). Se puede tomar algo e incluso cenar.

miércoles, 22 de abril de 2015

Nueva Zelanda: Isla Sur...glaciares, playas y animales

Tenemos ya nuestro nuevo coche y conducimos hasta el Lago Wanaka. En el camino aprovechamos para disfrutar de las vistas y comer rodeados de montañas, eso si, rapidito que las sandflys estan haciendo acto de presencia.
Llegamos a Wanaka por la tarde y nos damos una vuelta por la orilla del lago junto a sus animadas cafeterias.
Este país esta lleno de lagos, cada cual más impresionante.
Decidimos pasar la noche en el lago Hawea ya que esta cerca y los alojamientos son más baratos. Nuestro motel esta muy bien, así que despues de hacer check-in nos damos una vuelta por el lago y su playa. Es un lugar más tranquilo que Wanaka y el paisaje es relajante. 

Al día siguiente, para ver el lago Wanaka en su extensión hacemos una caminata a la cima de un montaña cercana, las vistas desde arriba son bonitas pero no las mejores que hemos visto.

Seguimos ruta al oeste hacia los glaciares Fox y Franz Josef. Este país tiene de todo...
Llegamos por la tarde al glaciar Fox y es muy curioso caminar hacia el glaciar con un día de sol y un calor de escándalo, con pantalón corto y camiseta.
Este glaciar no es impresionante pero para nosotros es interesante poder ver la gran diferencia entre un glaciar gigantesco y todavía en crecimiento como el Perito Moreno de Argentina (os acordais de las fotos?) y los grandes glaciares Fox y Franz Josef, que están retrocediendo a un ritmo vertiginoso. De hecho alli se pueden ver imagenes de la evolución de este glaciar, y el retroceso es brutal. Aquí es donde se ve realmente las grandes consecuencias del cambio climático.
Lo que también nos ha impresionado es poder ver la destrucción que causa el hielo en el paisaje, dejando un paraje abrupto y casi desolador, un camino desértico hacia el hielo.

Antes de ir a buscar hostel para esta noche nos pasamos por el lago Matheson, para poder ver, esta vez si, el Mt. Cook pero desde el otro lado. El lago esta muy cerca de los glaciares y es una visita recomendable ya que la vuelta al lago es un paseo agradable desde el que puedes ver el Mt Cook reflejado en el agua.
Hoy el día está soleado y las vistas son impresionantes.

Llegamos a Franz Josef para pasar la noche en el hostel Chateau Franz Backpaker. El hostel es grande y está lleno de gente, tiene todo tipo de habitaciones y las zonas comunes están muy bien.
Conocemos aquí a Samuel, un chico español que estará por estas tierras unos meses para mejorar el ingles y hacer turismo. No es muy común encontrarse españoles tan lejos de casa.
Salimos por la mañana  para visitar el glaciar Franz Josef, al igual que su hermano Fox retrocede a pasos agigantados y el paisaje es igual de desolador. Aquí se puede ver más de cerca el deshielo de las grades placas de hielo.
Dejamos los glaciares con el corazon en un puño al poder ver tan de cerca esto del cambio climático que tanto resuena por todos lados.

Cogemos de nuevo el coche camino al norte, la carretera que discurre al lado de la costa oeste es espectacular (una de las 10 mejores del mundo según la lonely planet). De nuevo recorremos zonas de acantilados arriba y abajo, con el mar al lado y un sol de escándalo. Cuanto nos recuerda a Galicia esta zona, estaran también las carreteras de nuestra tierra en la famosa Lonely Planet?
Llegamos a media tarde a nuestra siguiente parada, Pancake Rocks. Unas formaciones rocosas muy curiosas que bien merecen una parada para estirar las piernas y hacer unas fotos. El nombre lo dice todo, estratos de roca apilados simulado torres de pancakes (filloas, para los gallegos).
Ademas, la geología es caprichosa y gracias a la erosión del mar, huecos en la roca crean silbidos cuando sube o baja la marea. Toda una sinfonía de la naturaleza, jejeje.

Seguimos camino y decidimos dormir en Westport, una ciudad ya bastante al norte.
Dormimos cerca de una inmensa playa donde hay una colonia de leones marinos, así que muy temprano por la mañana vamos a visitarlos.


La zona de avistamiento es una pasarela justo encima de las rocas donde se asienta la colonia, y la visibilidad es total.
Están muy activos a estas horas, y vemos todo tipo de comportamientos: peleas de machos, crías jugando o mamando, apareamientos e incluso un parto en directo, es época de cría asi que  no puede haber mas actividad. Nos quedamos tan embobados que estuvimos allí unas 3 horas y se nos pasaron volando.
Un documental de National Geographic en vivo y en directo para nosotros solos.


Finalizado el documental volvemos a la carretera con rumbo a Nelson, pequeña ciudad ya en la costa norte, y que sobre todo es la base para ir a visitar el Parque Nacional Abel Tasman, quizás las mejores y más bonitas playas de Nueva Zelanda.
La mayoría de la gente lo recorre durante unos días parando entre una y 4 noches en los campings que hay a lo largo de la ruta. Otro de los "great walk" de este pais, quiza la más original ya que es una ruta de senderismo que recorre la costa pasando por diferentes playas, de los más apetecible...
Pero nosotros no tuvimos buen tiempo esos días, estuvimos esperando el día adecuado para ir a visitar el parque, porque ir a la playa y que nos toque un día nublado y lluvioso como que no tiene mucho sentido, no?...una pena!
Esperando el día tuvimos tiempo para quedar una mañana con Marc y Theresia, nuestros amigos alemanes que acaban de llegar a la isla sur y no vemos desde Polinesia. Día lluvioso que pasamos tomando café y poniéndonos al día.

Por fin hoy va a hacer sol, o al menos no va a llover. Ya no nos dará tiempo a hacer noche en Abel Tasman pero por lo menos iremos a pasar el día,  así que decidimos coger un barco que nos deje en un punto intermedio del parque, para despues ir bajando hasta el punto de entrada y de allí de vuelta a Nelson.
El recorrido en barco es muy chulo, ya vas viendo desde el mar la belleza de Abel Tasman. Hacemos unas 8 horas de paseo en las que poco a poco vamos bajando paralelos a la costa, y de vez en cuando salimos de la ruta para asomarnos a las diferentes playas. De camino incluso nos encontramos de casualidad con nuestros amigos alemanes, así que compartimos parte del camino.
Realmente el paisaje es impresionante, playas y bosques que se entremezclan. Preciosas playas que nos recuerdan a las de Galicia, tambien por sus frias aguas, aunque igualmente tuvimos que probarlas.

Al final del recorrido nos volvemos a encontrar con nuestros amigos Tuis, que pájaros tan peculiares, nos encantan!!

Esta es una de las grandes caminatas mas recomendables por nuestra parte, ya que el recorrido es sencillo y el hecho de tener siempre una playa cerca es un puntazo. En verano suele estar bastante concurrida.

Terminado el paseo nos volvemos a Nelson para un nuevo reencuentro, Rachel, antigua compañera de trabajo de Rosi está tambien por la zona, de vacaciones por Nueva Zelanda temporalmente, aunque su idea es quedarse a vivir y a trabajar aquí con la famosa "Working Holiday Visa".
Así que nos vamos directos a tomarnos algo con ella. Se hace extraño verla aquí, en un entorno tan distinto, pero estos momentos de encuentros y reencuentros dentro del viaje nos encantan.....hablamos de todo un poco para ponernos al día ya que al día siguiente seguiremos caminos opuestos.

Nos despedimos de Nelson con la idea de ir con calma hasta Kaikoura.
Las carreteras en este país son entretenidas y bastante bonitas, merece la pena recorrer la costa en coche con calma e ir parando para hacer fotos.
De camimo podemos ver también que Nueva Zelanda destaca por ser un gran productor y exportador de madera. Sus verdes paisajes son también en algunas zonas inmensos bosques, sobre todo de pinos, dedicados a la industria forestal.

Esta noche aprovechamos para dormir en Picton en unos de los parkings autorizados, son gratuitos, con zona verde y baños. Todo un lujo pero que suelen tener plazas limitadas, por lo que hay que llegar pronto. Gracias a la aplicacion Campermate.
Noche de coche, con lo que no nos tuvimos que complicar buscando alojamiento.....una suerte que los asientos de nuestro coche se reclinen totalmente:).
Por la mañana temprano y aprovechando que estamos en la zona de Marlborough Sounds, tierra de viñedos (sobretodo de vinosvblancos), nos acercamos a Blenheim  para hacer unas catas.
Hay un montón de bodegas y prácticamente todas abiertas al público donde gratuitamente puedes probar sus vinos. La zona es conocida y ya hay un mapa especial con las bodegas e incluso rutas en bicicleta.
Con la alegría en el cuerpo seguimos camino hacia Kaikoura.

Llegamos por la tarde, pero antes de llegar ya tuvimos oportunidad de ver vida salvaje a lo largo de la costa. Hay diferentes colonias de lobos marinos y como es época de cría, al igual que en Westport, la costa esta llena de animales. Hay zonas donde puedes verlos muy de cerca, depende del atrevimiento de cada uno aunque recomiendan mantener una distancia de unos 20 metros.

Kaikoura es un lugar muy turístico, la gente suele venir aquí a ver ballenas, pero ahora no es temporada. Vienen también a nadar con delfines o lobos marinos y por eso los alojamientos son más caros que en otras zonas.

Hacemos noche y por la mañana aprovechamos para ver la zona y ver algunos lobos más antes de seguir camino. Estamos a pocos días de terminar nuestro recorrido por la isla sur, así que el tiempo apremia.

Seguimos ruta hacia Christchurch, la famosa ciudad asolada por los terremotos de 2011.
La verdad es que un paseo por el antiguo centro de Christchurch pone los pelos de punta, ver como el centro se ha convertido en grandes esplanadas vacías, edificios apuntalados donde no se puede entrar, y ver espectaculares edificios como la catedral en ruinas es desolador.

Pero lo alucinante y lo increible de esta ciudad es descubrir como se han reinventado, como han sacado fuerzas para dar nueva vida a una ciudad devastada y triste con nuevos proyectos originales y muy interesantes.
Por ejemplo, muchas de las tiendas y bares del centro que se quedaron sin local están ubicadas en Re:Start, un centro comercial improvisado hecho con contenedores de mercancias de colores. Muy moderno y funcional, y una genial solución provisional para los comerciantes locales. Este formato de centro comercial tambien se puede ver en Londres.

Lo mismo han hecho con las galerías de arte. Christchurch es una ciudad con un gran movimiento artístico y cultural, y antes de la tragedia la ciudad estaba plagada de galerías de exposición privadas que ahora pueden existir gracias al proyecto Artbox.

También hay una nueva catedral provisional de estilo muy moderno y diseñada por un arquitecto japonés.
Todo es provisional, pero ellos saben que ese 'provisional' puede durar años, o incluso seguirá ahí si algún día la antigua ciudad se puede reconstruir y recuperar.

Por otra parte, hay otro proyecto llamado 'gap filler' (llenador de huecos) que consiste en que se les da la oportunidad a artistas locales a rellenar los miles de huecos y esplanadas que quedan vacías por la ciudad con obras originales, así en cualquier calle o en medio de una esplanada desierta te puedes encontrar una escultura, o alguna otra obra más conceptual.

Paseando ves que la ciudad sigue llena de tristeza y dolor, pero la gente se está levantando y empezando a resurgir...por ejemplo es curioso ver por las calles e incluso en la oficina de turismo improvisada mapas del terremoto, donde a través de un recorrido por la ciudad puedes ir viendo las ruinas de los antiguos edificios principales de la ciudad. Han decidido no olvidar la tragedia, si no recordarla con solemnidad y apoyarse en ella para salir adelante.

Uno de los gap filler más emotivos es una esplanada donde hay 185 sillas, una por cada victima del terremoto, cada una distinta, como con una identidad propia, pero todas blancas.

Merece mucho la pena tambien visitar el museo de la ciudad, es espectacular, realmente los museos en Nueva Zelanda nos encantan. También en este museo la clave es que no se trata de un montón de cosas expuestas en vitrinas, si no en contar la historia de la ciudad a través de los objetos que le han dado forma. Una parte del museo reproduce las antiguas calles de la ciudad a principios del S XX, con sus tiendas tipicas de la época. Donde en su interior y en los escaparates puedes ver los objetos del museo. Está muy bien hecho!! Y muy didáctico!!

Abandonamos la ciudad con la impresión de que es duro visitarla, pero no te deja indiferente y creemos que merece la pena para entender su historia reciente. A nosotros nos ha encantado.

Ahora de vuelta a Auckland justo para una navidad a la española!!
Volvemos a casa de Eva y Juanjo para la cena de nochebuena!! Espectacular!! Viandas españolas importadas directamente por los anfitriones y se nos cae la baba ahora de recordarlo. Jamoncito, lomo, chorizo, salchichón, varios quesos, anchoas!! Buenísimo todo!!
Despues de plato principal un atún a la brasa impresionante.
Todo regado en abundancia con cervezas y vinos, y de postre por supuesto turrones!!!
Nos lo pasamos genial y fue una navidad muy diferente que siempre recordaremos!
Muchísimas gracias Juanjo y Eva!!!



Temprano por la mañana salimos todos juntos al aeropuerto, ellos ponen rumbo a Queenstown y nosotros a Sydney!!
Esperamos volver a veros pronto...gracias E&J por ser unos anfitriones de categoría y ayudarnos a disfrutar aún más estas increibles islas.

Koalas, kanguros y demás allá vamos!!!

Información viajera (isla sur)

En un tour de 20 días se pasa por muchos sitios así que estos son los alojamientos y otros que mas nos han gustado.

Queenstown
Black Sheep Backpackers: hostel grande y con todas las comodidades lleno de mochileros. Tiene jacuzzi y 3 ordenadores de uso común.
Milford track
Si os interesa ver info sobre esta y otras Great Walks, o sobre los demás parques naturales del país lo mejor es consultar la pagina del departamento de conservación (DOC)
Dunedin
Manor House: ubicado en 2 casas antiguas, el hostel está muy bien, aunque a un paseo del centro, muy bien si tienes coche porque se puede aparcar fácil, y en el centro no.
http://www.manorhousebackpackers.co.nz/

Otago Settlers Museum: genial museo, muy didactico y entretenido, nada que ver con nuestros aburridos museos europeos.
http://www.toituosm.com/

Franz Josef Glaciar
Chateau Franz backpackers: muy grande, dan sopa gratis y palomitas todas las tardes, tiene un monton de zonas comunes, incluidas 2 cocinas compartidas bastante grandes. El internet es super rápido y permiten hacer llamadas internacionales gratuitas a fijos.
Nelson
The bug backpackers: excelente hostel pequeñito, pero con zonas comunes, barbacoa de uso gratis y jardín. El dueño es un galés muy majo. Dan pan casero recién hecho gratis por la mañana. Está todo muy limpio y ordenado.
Christchurch
Around the world Backpackers: buena opción y con un zona común con jardín muy chula.
Impresiones sobre Nueva Zelanda

Nueva Zelanda es un país diferente en muchos sentidos.
Es el país mas facil de viajar en el que hemos estado por ahora, todo es muy sencillo. La gente es encantadora y siempre esta dispuesta a ayudar, son super amables.
Ademas son muy organizados, todo está siempre muy bien señalizado, es de agradecer un país así, no lo habíamos visto hasta ahora en ningún sitio.

Desde luego si por algo destaca es por sus increíbles paisajes, muy diferentes y todos ellos espectaculares, de norte a sur y de este a oeste. Desde lo mas árido a lo mas verde, desde la montaña a la costa, con su vegetación y animales tan diferentes y peculiares. Impresionante.

Sin embargo en lo cultural y lo gastronómico defrauda un poco, la cultura maorí esta practicamente ausente salvo en algunas zonas, y lo que se puede ver de maorí son aldeas a veces muy turísticas...en eso nos quedo flojo este país porque pensábamos que se podría ver y vivir algo más esta cultura.
En cuanto a lo gastronómico, la verdad es que no hay nada que destacar, la mayoria de restaurantes son pubs de estilo ingles o un sinfín de variedades de restaurantes asiáticos, eso sí, las cervecitas estan buenísimas y los vinos también.
Es una pena que no haya demasiada cultura culinaria, tienen buena huerta y nosotros aprovechamos sus buenos productos para cocinar  en las cocinas de los hostels.

Tambien decir que Nueva Zelanda es muuuuy caro, os puede hacer un agujero en el presupuesto bastante serio. Dormir es caro y la comida es bastante cara.
Nosotros fuimos de hostel en hostel, alguna noche de coche y un coachsurfing en casa de Eva y Juanjo. Sobrevivimos a base de cocinar y 'tupper ware'.

De todas formas a pesar de ciertos puntos menos positivos es un país increible, que merece la pena visitar y recorrer con la boca abierta ante tanta naturaleza exhuberante y casi virgen. Vamos, que nos ha encantando y por supuesto lo recomendamos muy mucho, sobre todo a los que os guste el turismo de naturaleza, trekking y montaña.

En muchos aspectos nos hemos sentido como en casa ya que tanto paisaje verde e incluso sus playas nos han recordado a Galicia y nos ha hecho plantearnos que Nueva Zelanda tiene mucho que ver con nuestra tierra, aquí os dejamos un enlace que puede que explique porqué, jejejeje.....y es que los gallegos llegamos a todos lados ;)

http://www.abc.es/local-galicia/20140329/abci-horreos-gallegos-antipodas-201403271801.html

Un pedazito de nuestra tierra en las Antípodas!!

domingo, 12 de abril de 2015

Nueva Zelanda: Recorriendo el sur de la Isla Sur

Nos levantamos muy temprano para devolver el coche en el aeropuerto y de camino recibimos un sms de la compañía aérea.....adivinad....nuestro vuelo sale con retraso. Nos lo tomamos con calma y es que en el fondo ya nos estamos acostumbrando a estas situaciones
Finalmemte salimos dirección a Queenstown, base para nuestra visita a Fiordland, en el sur de la isla sur, donde vamos a tener la suerte de hacer una de las Great Walks (grandes caminatas) de Nueva Zelanda, y que dicen es una de las mejores del mundo: la Milford Track.
Escogemos como hostel el 'Black Sheep', lleno de mochileros, algunos más tranquilos que otros, pero con buen ambiente, ordenadores comunes y un jacuzzi de uso libre en la terraza...nada mal!

Queenstown es una ciudad bonita, situada a orillas de un lago, y flanqueada por montañas, pero sobre todo es el centro del deporte de aventura en Nueva Zelanda.
Desde allí se sale para hacer trecks y kayak en los fiordos de Milford Sound y Doubtful Sound.

Además hay posibilidad de hacer paracaidismo, bungee jumping, cruceros varios por la zona, y un largo etcétera de excursiones y actividades que en otras partes del mundo quizá no existan.
Nuestro primer día lo dedicamos a dar un paseo por el centro y por los alrededores del lago. Queenstown es muy pequeñita, y se ve rápido, es una ciudad agradable entre montañas, aunque  esta hecha para el turista y bastante llena de gente.


Nos pasamos por el  super para hacer la compra,  mañana empezamos nuestra ruta de 4 días y no hay nada en el camino, todo es montaña y bosque totalmente virgen. Si no se quiere llevar sobrepeso hay que pensarse bien lo que se quiere comprar, que no ocupe, que no pese mucho y que los envases sean mínimos porque la basura te la llevas contigo. Creemos que hemos hecho bien la compra...veremos si hemos acertado.
Volvemos al hostel para preparar las mochilas pequeñas. De las 2 mochilas grandes una se quedó en casa de Eva y Juanjo, y la otra nos la guardarán en el hostel durante 4 días hasta que  volvamos del treck, así que iremos ligeritos.
Y antes de empezar el treck, sorpresa!!! Nos han ingresado el dinero que nos habían robado de la tarjeta en Argentina, por fin tema cerrado y mas dinero en la cuenta ;)
Llegar al punto de partida de la Milford Track no es fácil, primero cogemos un autobús muy temprano hasta la oficina del DOC en Te Anau para recoger nuestros tickets, luego otro autobús y después un barco. En el camino al punto de partida ya vamos viendo los paisajes de Milford Sound, muy parecido a lo que ya tuvimos la suerte de ver en el Sur de Chile, fiordos casi vírgenes y mucha vegetación.
El DOC es el departamento de conservación, encargado de gestionar y mantener todos los parques naturales del país, las rutas que se pueden hacer en los parques, los campings, etc. En cada parque hay una oficina de información del DOC, y allí puedes recoger información, mapas, o preguntar cualquier duda. Algunos de ellos son incluso pequeños museos, donde a través de paneles te explican la fauna, la historia geológica de la zona, etc...
En general para todo esto Nueva Zelanda es espectacular, en cada pueblo, cada zona, a parte de las oficinas del DOC, siempre hay puntos info donde tienen muchísimos folletos, mapas, publicidad de distintas excursiones o lugares a visitar. Se lo montan muy bien, y hace que viajar en kiwilandia sea muy fácil y agradable.
Los tickets para la Milford Track se reservan en la web del DOC, y esta caminata es tan famosa que en cuanto se ponen a la venta se acaban. Nosotros los reservamos en julio para hacerla en diciembre, gracias a la ayuda Juanjo y Eva. El treck solo se puede hacer en los meses de verano por temas climatológicos y solo unas 80 personas al día acceden a estos parajes
Bajamos del barco y lo primero, como siempre que se visitan zonas protegidas en este país, es limpiar bien las suelas de los zapatos. Empezamos a caminar, la ruta está muy bien marcada y el camino es bastante ancho al principio, pero luego poco a poco se va cerrando de vegetación, y se convierte en un pequeño sendero por dentro de un bosque.

El primer día es sencillo, después de unas 2 horas llegamos tranquilamente a nuestro primer albergue. Nos instalamos en nuestras literas, y nos sorprende que el albergue está muy bien, la verdad que tiene merito que haya unas instalaciones tan buenas en medio de la nada.

Después de un rato de relax llega el 'ranger' para darnos una charla sobre la vegetación y fauna de la zona mientras damos un paseo por los alrededores del 'hut'.
El ranger es una persona peculiar, altísimo y bastante mayor. Parece salido de una película de boy scouts, es un gran conocedor del Milford Sound y seguramente llevara toda la vida en estas montañas.
Para hacer este trek aparte de traerte la comida también tienes que venir equipado con tus utensilios para cocinar. Cuanto menos ocupen y menos pesen mejor, gracias Eva y Juanjo por el kit ;)
Hacemos la cena y cuando anochece nos acercamos a una zona de gusanos luminosos que nos ha recomendado el ranger. Son una pasada! También nos ha dicho que hay alguna pareja de kiwis por la zona y volvemos a intentar verlos pero sin éxito.

Salimos temprano porque el ranger ha avisado que hay prevision de lluvias a partir de las 2 de la tarde y la verdad es que la jugada nos sale perfecta.


Después de unas 6 horas caminando por bosque y zonas de llanura chulísimas rodeados de cascadas por todas partes, llegamos a nuestro albergue de la segunda noche, esta vez literalmente en medio de la nada.
Y al cabo de un rato se pone a llover, mas bien a diluviar hasta casi el día siguiente.

Así que poco que hacer, descansar, charlar con los compañeros de batalla, cenar y a la cama. Entre nuestro grupo hay también una española, Isabel, con la que hacemos buenas migas, no es muy común encontrarse españoles en este país.

Mañana es el día más duro, ya que hay que subir al punto más alto y después bajar.

Cuando nos levantamos todavía está lloviznando, así que hacemos tiempo hasta que para un poco y salimos como balas.

La ruta de este día es espectacular, zonas de bosque de cuento, enormes cascadas nos rodean, que después de tanta lluvia rebosan agua por todas partes y puentes colgantes. Es como meterte en la película del Señor de los Anillos.

La subida es menos dura de lo que nos imaginabamos y las vistas desde arriba son espectaculares, creo que incluso tiene el baño con las mejores vistas del mundo, jejejeje.

La bajada es complicada, muy empinada y con terreno algo resbaladizo, pero llegamos al albergue sin problemas y sorprendidos de lo en forma que estamos!!jejeje

Es la ultima noche y llegamos con tiempo para aprovechar el sol de después de la tormenta y darnos un baño en un sitio espectacular. Un poco fría el agua, pero se agradece un chapuzon después de un un par de días si ducharnos.


El último día es sencillo, muchos kilómetros casi todo por zonas de bosque, pero bastante llano hasta llegar al punto final del trek, Sandfly Point. Se llama así porque está lleno de 'sandflies', una pequeñita mosca bastante cabrona que nos acompañaron y mordieron durante todos estos días, y que nos seguirán acompañando por toda la isla Sur...sobre todo a Rosi...jejejeje
En Sandfly Point nos recoge el barco que nos lleva de vuelta a la 'civilización' después de 4 días perdidos en medio de la naturaleza, días geniales que disfrutamos como niños.


Después de un par de buses más llegamos a Queenstown, de vuelta a nuestro hostel...y que mejor día que hoy para aprovechar ese maravilloso jacuzzi!!
El día siguiente lo dedicamos a relax, pequeños paseos, trabajar en el blog y a preparar los siguientes dias.

Nos despedimos de Queenstown y vamos al aeropuerto a coger un coche de alquiler, hemos conseguido un relocation entre Queenstown y Dunedin, y aprovecharemos estos 3 días de coche gratis todo lo que podamos.

Salimos en dirección al famoso Monte Cook, una de esas grandes montañas sagradas con mucho significado para los maories, que lo llaman Aoraki, algo así como 'el que rompe las nubes'.
Por desgracia cuando llegamos el día estaba horrible, hicimos algún pequeño paseo pero realmente no pudimos ver ni al Monte Cook ni ninguna de las montañas de los Alpes del Sur.


De vuelta al coche ponemos rumbo al Lago Tekapo, dormiremos a sus orillas esta noche.
Por la mañana temprano nos levantamos para aprovechar el día, amanece ya mucho más despejado. El lago es precioso, hay una pequeña iglesia que parece de cuento, los Alpes del Sur al fondo y justo en esta época del año las flores de altramuz están adornando toda la orilla del lago, la imagen es espectacular y el agua del lago es de un color azul turquesa increíble. Uno de esos paisajes casi surrealistas de Nueva Zelanda.
Después de un paseo por la zona subimos al observatorio astronómico, desde donde hay una vista espectacular del lago. Esta zona es una de la menos lluviosas del país, y dónde se pueden ver en los días claros muchas estrellas, por eso está ubicado aquí este observatorio perteneciente a la universidad.


Dejamos a tras el lago y ponemos rumbo a Dunedin y la península de Otago.
De camino hacemos una paradita para ver las Maoraki Boulders, unas curiosas rocas esféricas enormes que están en una enorme playa, parecen que fuesen puestas allí caprichosamente por un gigante. Aunque realmente como todo, su formacion tienen una explicacion científica.

Unas cuantas horas después llegamos a nuestro hostel en Dunedin, el Manor House, ubicado en dos casas antiguas muy chulas.
Salimos a explorar Dunedin, la ciudad es bonita, recuerda mucho a Escocia o Inglaterra, y normalmente tiene mucha vida ya que es una importante ciudad universitaria, pero ahora están de vacaciones, así que la ciudad está medio muerta.
Aún así nos gustó bastante, y sobre todo disfrutamos muchísimo con el Museo de los Primeros Pobladores (First Setlers Museum). Nos encantó, un estilo de museo muy diferente a los que tenemos en Europa, más práctico, didáctico y divertido, cuenta la historia de la ciudad desde la época maori, la llegada de los ingleses y hasta hoy día.

En la península de Otago hay varias posibilidades de ver animales marinos como lobos marinos, pingüinos y otras aves.
Cogemos el coche y salimos desde Dunedin en dirección a la península, la carretera es espectacular, de esas que dan miedo porque vas muy pegado al borde y a bastante altura del mar, pero las vistas son impresionante, aunque el conductor no lo disfruta tanto como la 'co-pilota'.
Primero vamos a una playa que nos recomiendan en el hostel para ver 'pingüinos de ojo amarillo'. No es fácil llegar, nos metemos con el coche por un camino de tierra hasta donde podemos, desde allí un buen rato andando, después saltamos una valla y seguimos unos 500 m más por un camino muy poco marcado, apartando plantas cada vez más grandes. Era un antiguo camino del DOC pero ahora esta cerrado porque la playa es protegida.
Después de la aventura llegamos a una playa enorme y totalmente solitaria, tomamos posiciones y a esperar. Solo nosotros y un enorme lobo marino durmiendo la siesta pisábamos la arena.
Los pingüinos vuelven a sus nidos al atardecer, así que tienes que esperar a que vuelvan en silencio, ya que si te ven o te oyen, son muy tímidos y quizás esperen a que te vayas antes de volver a casa.
Nosotros conseguimos ver 3 pingüinos, muuuy simpáticos. Sobre todo unos de ellos, que llegó del mar medio mareado, miró alrededor, se dio un paseo como con cara de perdido, y se volvió al agua...se había equivocado de playa! Jajajaja!


Seguimos ruta y nos vamos a una zona en la puntita de la península donde hay una colonia de 'pinguinos pequeños azules'. Esta muy explotado desde hace un par de años, antes se podía bajar gratis y verlos de cerca, pero ahora cobran bastante. Han puesto unas gradas y unos focos para que la gente los vea de cerca, pero solo un grupo limitado puede acceder cada anochecer. En realidad se supone que la idea que venden es que quieren protegerlos y que no se desmadre, aunque lo que nos parece es que perjudican bastante enfocando a los pobres pingüinos con esos superfocos, solamente para que los turistas puedan hacer bien sus fotos.
Pero da igual, desde lo alto del acantilado, con nuestro superzoom y con los prismáticos que nos prestaron Eva y Juanjo, también pudimos ver a estos pequeños pingüinos que puntualmente a las 21:00 h (depende de la época del año) llegan a la costa, que después de dudar un poco al ver a todos los turistas cámara en mano a poco metros de ellos, se dirigen rápidamente a sus nidos.
Estos pingüinos son mucho más pequeños, de hecho es la especie de pingüinos más pequeña del mundo.
Al otro lado de la punta también se puede ver una colonia bastante grande de lobos marinos, descansando en las rocas del acantilado.

Volvemos  ya de noche al hostel y por la mañana temprano dejaremos nuestro coche de "relocation" en el aeropuerto para alquilar otro coche que nos acompañara el resto de nuestro viaje por la Isla Sur.

Todavía nos queda mucho por ver.....